Con el fin de beneficiar a los clubes que forman jugadores, la FIFA creó en 2001 dos formas de compensarlos financieramente por el tiempo y montos invertidos en la formación de los deportistas: “mecanismo de solidaridad” e “indemnización por formación”.

Brevemente, el "mecanismo de solidaridad" surge cada vez que hay una transferencia onerosa e internacional de atletas, donde el 5% del monto pagado por la transferencia debe asignarse a los clubes de entrenamiento del atleta, dividiéndose proporcionalmente entre los clubes donde el atleta se registró entre 12 y 23 años.

Tras el movimiento internacional, en 2011 la ley de Pelé incorporó la idea del "mecanismo de solidaridad", de modo que también podría aplicarse a las transferencias nacionales, pero con una distribución de valores diferente a la establecida en el reglamento de la FIFA.

Por su parte, la "indemnización por formación" surge cada vez que (i) se produce una transferencia internacional gratuita de un jugador hasta el final de la temporada deportiva de 23 años o (ii) cuando el atleta firma su primer contrato de club profesional con un club de un país que no sea aquel en el que se basan los clubes de entrenamiento.

En el primer caso, el último club en el que se inscribió el atleta tiene derecho a reclamar "indemnización por formación" por el período en que el atleta estuvo a su servicio entre los 12 y 21 años de edad, mientras que, en el segundo caso, todo los clubes pueden cobrar una " indemnización por formación”, que siempre se calculará de acuerdo con una tabla predefinida proporcionada por la FIFA.

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